ESCRITURA INSPIRADA POR ARTE: RELATO: APOCALIPSIS DE NURIA DE ESPINOSA - OBRA: RELÁMPAGO DE PAUL BINNIE

En "Escritura inspirada por Arte", damos un paso más en los retos para followers de Impact-Arte en Twitter.

En este caso, se trata de elegir cualquier obra de arte del blog y escribir un relato o cuento.

Hoy tenemos "Apocalipsis" un relato de Nuria de Espinosa inspirada en "Relámpago" de Paul Binnie.

RELÁMPAGO

2010

Paul Binnie

Estilo: Arte Contemporáneo

APOCALIPSIS

Después de una catástrofe eléctrica, la Tierra está desolada. Según todos los indicios, pocas o ninguna persona habría sobrevivido en el mundo a la descarga eléctrica. Estaba encerrado dentro de su habitación, cansado de vagar solo por parajes desiertos. Llaman a la puerta… da un sobresalto; unos hombres cuyo rostro es incapaz de ver le hacen señales para que les siga.

—¿Quiénes sois?—pregunta una y otra vez sin obtener respuesta.

Entran en lo que parece un camión nevera. Él duda, sin embargo, les sigue intrigado al comprender que no es la única persona en el mundo. Le colocan un traje de neopreno y algo parecido a una escafandra. No recuerda cuánto dura el trayecto, pero después de un largo e inquieto viaje de pronto estaba entrando en un barco submarino.

—¿Quiénes sois, dónde vamos? ¿Cómo distéis conmigo? 

—Cálmese. Lo vemos todo y lo sabemos todo. Somos una generación avanzada y solo queremos darle la oportunidad de iniciar una nueva vida en otro mundo.

—Qué, está loco. No, no quiero irme a otro mundo. Habrá más gente como yo.

—No hay nadie más.

Sé quitó el traje, gritó y gritó hasta que les obligó a que le dejasen marchar.

Tardó mucho en volver a su hogar, atravesando barrios devastados sin que ni una sola persona apareciese. Se preguntó si el aire que respiraba sería sano para él. Aunque no le importaba solo quería intentar encontrar a gente que se hubiese salvado y no pararía hasta que le quedase el último aliento.

Una nueva tormenta eléctrica amenazaba en el cielo, los primeros rayos iluminaban el horizonte. 

—No, no lo lograréis, seguiré buscando —gritó— este planeta nunca será vuestro, nunca.

Entró en su casa y se ocultó bajo la cama cansado de oír el crujir de los rayos. Pronto iniciaría de nuevo su búsqueda, tenía que existir alguien más, estaba seguro.

© Nuria de Espinosa